La sociedad
necesita un aumento del conocimiento sobre la fiesta de los toros mediante
actividades que permitan la formación de la juventud (entorno familiar cercano,
charlas divulgativas en peñas y clubs taurinos, aulas taurinas universitarias,
jornadas culturales, tientas matinales durante las grandes ferias, visitas a
ganaderías, toreo de salón…). Consideramos muy necesario recuperar la emisión
de corridas y documentales del toro en el campo en la televisión pública.
Exigimos un
espectáculo integro, basado en un toro bravo, que trasmita emoción, de diversos
encastes, hechuras y comportamientos al que se realice correctamente una suerte
de varas que permita evaluar su bravura.
Hay que bajar
el precio de las entradas e iniciar estrategias comerciales que favorezcan el
acceso de los jóvenes (abono con descuentos, tendido joven, dos por uno en
abonos y entradas,…)
Urge
despolitizar la tauromaquia, fomentando su concepto actual trasnacional,
mediante el respeto de la libertad individual y el derecho a asistir a los
festejos taurinos.
Es necesario
mantener los valores vinculados a la fiesta de los toros (prácticos: el
económico, la biodiversidad genética…; éticos: el espíritu de sacrificio, el
respeto, la autenticidad, el compañerismo, la solidaridad... y
socioemocionales: la emoción, el arte, la estética…).
Creemos
beneficioso retomar cierto espíritu festivo y fomentar el vínculo entre
festejos mayores y populares, entendidos estos últimos como semillero de
futuros aficionados donde se pueda producir aprendizaje y vínculos entre
jóvenes y mayores.
Aunque
sabemos que es una utopía nos gustaría que se realizaran sorteos entre las
ganaderías y los toreros en las ferias importantes para que exista una
competencia real entre las figuras del toreo.
Hay que
conseguir un reglamento único que fusione la normativa que regula los
espectáculos taurinos mayores.
Se debería
modernizar el marketing empresarial adaptándolo a los tiempos actuales para
hacer visibles los espectáculos taurinos y más accesibles las entradas al
público general.
Hay que
terminar con el círculo vicioso de empresarios, apoderados y ganaderos que
impide cualquier capacidad regeneradora del espectáculo.
Desde aquí la
juventud taurina se compromete a la creación de un observatorio que servirá
como red de colaboración y punto de encuentro, para el activismo, la promoción
y la divulgación de un espectáculo que aúne pureza, emoción, arte y riesgo,
pues sin estas cualidades la tauromaquia pierde su esencia.
Symposium del toro de Lidia.
Zafra, 24 de octubre de 2015
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