SUEÑA PABLO, SUEÑA

Deja que la imaginación siga inundando los cerebros de ilusión y vida. No hay nada más bonito que querer ser. Ser torero. Y hacer del aire un toro negro. Y que vaya por abajo, haciendo el avión y surcos por el suelo. Y en cada surco, un vuelo de capote, un natural definido o un pase de pecho al infinito.

Escuchar oles en el silencio, y quedarse medio sordo por el palpitar de los corazones. Hacer un desplante con la mano en la cintura, creyéndose ser el mejor de los maestros, el amo de la valentía, el dueño del toreo.

Y mirar al tendido con gallardía. Y que la sonrisa de tu madre sea un tendido nutrido de pañuelos. Y que en los brazos de tu padre sientas la salida a hombros del deseo. Puerta Grande al futuro. Grandeza de la fiesta en sólo un juego.

Y que tendrá esto del toro que desde pequeño de atrapa y te embriaga. La chispa de la verdad puede con la mayor de las falsedades. Y Pablo, desde bien pequeño, ya lo sabe. Alucina y respeta al toro, vive desde dentro ser torero. Pero cuando la alucinación y la vivencia se juntan, para él es el mejor de los cuentos.

No hay Caperucitas ni lobos, pero si verónicas de ensueño. Medias que son enteras y puyazos con el toro de largo, metiendo los riñones en el peto. Y quites que cortan el hielo. Y pares de valentía en lo alto, asomándose al balcón, haciendo de la plata torería. Y naturales de oro que barren el ruedo y trincheras que inspiran a la literatura. Y emociones, y lloros, y alegrías, y miedos. Cuentos de la verdad, que no caducan, que son libres y que viven en el tiempo.

Pablo es un privilegiado, porque él puede tocar a los protagonistas de su cuento, y luchar, para que algún día, él sea protagonista de la mejor y más sana de las historias del toreo.

Sueña Pablo, sueña.

Yo lucho para que se haga realidad.

Fran Pérez @frantrapiotoros